Se trata con toda probabilidad del felino mejor adaptado a la vida en desiertos arenosos como los del Sahara, Arabia, Irán, Afganistán...etc. En las zonas menos áridas de estas regiones convive con el gato montés, aparentemente sin problemas.
La cabeza es notablemente ancha, algo que lo hace inconfundible con otras especies similares, y las orejas son muy amplias. Esto mejora tanto su audición como la pérdida del exceso de calor a través de ellas. El pelaje es de color arena con escasas rayas más oscuras, que se encuentran más desarrolladas en la subespecie africana, y sólo son fácilmente visibles en la parte alta de las patas delanteras. La punta de la cola también de color oscuro.
Al contrario que otros felinos, la planta de los pies está cubierta totalmente de pelo con el fin de protegerla frente al contacto con las ardientes arenas del desierto.
Att: Karen Salamea
No hay comentarios:
Publicar un comentario